El dúo protector

Afuera de una villa, en los predios del Gamboa Rainforest Resort, esperaban NA�stor Correa y Yiscel Yanguez en su auto. Los seguimos a travA�s de una calle bordeada de A?rboles. Justo cuando la amenaza de las nubes grises nos hacA�a acelerar, llegamos al Centro de Vida Silvestre de la AsociaciA?n Panamericana para la ConservaciA?n (APPC). AllA� el tiempo parecA�a detenerse, impregnado con el aroma de troncos y plantas.

Los dA�as de esta pareja de esposos se dedican a los animales, que rescatan y rehabilitan en el Centro de Vida Silvestre, que gestionan juntos, y a los que confiesan que tratan como si fueran sus propios hijos, a pesar de que no los conservan por mucho tiempo.

FotografA�a: Larish Julio
FotografA�a: Larish Julio

A�l lleva mA?s de 18 aA�os trabajando en conservaciA?n de fauna, es licenciado en Derecho y Ciencias PolA�ticas con A�nfasis en Derecho Ambiental, de la Universidad de PanamA?; especializado en PolA�tica y GestiA?n Ambiental, de la Universidad Carlos III de Madrid, y en Recursos Humanos y Vida Silvestre, de Southern Illinois University. AdemA?s, fue director del Parque Metropolitano y del Parque Summit.

a�?Me apasiona rescatar animales. Me he dedicado a esto toda la vida. EmpecA� a los tres aA�os, mi mamA? es biA?loga, profesora de taxidermia de conservaciA?n biolA?gica en la Universidad de PanamA?, asA� que crecA� en la escuela de biologA�aa�?, explica.

Yiscel, administradora de empresas turA�sticas de profesiA?n, viene de Coclesito y descubriA? su vocaciA?n por los animales al empezar a trabajar en APPC como administradora. a�?Cada dA�a podA�a ver el movimiento de animales, la rehabilitaciA?n, y hubo un momento en el que me interesA� por aprender sobre ellos y me fui involucrando mA?s hasta que decidA� cambiar por completo el ritmo de mi vida, dejar la computadora, para dedicarme al cuidado de los animalesa�?, seA�ala Yanguez, recalcando que su principal motivaciA?n son los perezosos. a�?A veces es un poco estresante y frustrante, pero cuando tienes la oportunidad de ver un animal recuperarse, volver a escalar en el bosque, ser libre de nuevo, te das cuenta de que valiA? la penaa�?.

NA�stor Correa y Yiscel A�Yanguez se conocieron dentro de la APPC en 2005 y en ese ir y venir de cuidar animales, surgiA? el amor. A�l es fundador de la AsociaciA?n y, en la actualidad, es el presidente, director y representante legal. Ella es la actual gerente del proyecto.

a�?Trabajar con animales, tener que estar diariamente rescatA?ndolos, cuidA?ndolos, hizo que poco a poco fuera creciendo una amistad y, luego, el amor. Los animales son nuestros hijos, en mi caso los perezosos, que atiendo como niA�os, ya que hay que estar pendiente de ellos y es un cuidado especial, similar al de un bebA� humanoa�?, explica ella.

La jaguar Fiona fue rescatada cuando tenA�a unos dA�as de nacida y lleva 18 meses en el centro.
La jaguar Fiona fue rescatada cuando tenA�a unos dA�as de nacida y lleva 18 meses en el centro.

Un recinto para la biodiversidad

Al entrar al Centro de Vida Silvestre, lo primero que se aprecia es una pared con unos cuadros donde se explica cA?mo la organizaciA?n iniciA? y ayudA? en la labor de rescate de los animales del proyecto de la ampliaciA?n del Canal de PanamA?. A la derecha, se exhiben algunas especies disecadas (que fueron obra de la madre de NA�stor). A la izquierda, aparecen dos especies de recintos que son una rA�plica de una porciA?n de bosque, donde colocan a los animales embajadores de la asociaciA?n para las charlas guiadas.

Al fondo, en otra jaula, se observa a Fiona, la jaguar que cuidan desde hace 18 meses, la cual fue rescatada cuando tenA�a solo una semana de nacida, luego de que cazadores furtivos asesinaran a su madre.

a�?Creamos la AsociaciA?n Panamericana Para la ConservaciA?n en 2005 con apoyo de organizaciones de Estados Unidos, con la intenciA?n de crear un proyecto de rescate y rehabilitaciA?n de fauna silvestrea�?, cuenta NA�stor Correa, mientras Yiscel Yanguez atiende a A?ngel, un perezoso de tres dedos.

A�l nos habla del peligro que afrontan las especies silvestres en el paA�s y la regiA?n, debido principalmente a la intervenciA?n humana. La APPC rescata, recibe y rehabilita animales silvestres heridos, enfermos y huA�rfanos.

a�?Nuestro objetivo dentro de la APPC es crear conciencia ambiental y sensibilizar al mayor nA?mero de personas sobre la vida silvestre, para que sean entes multiplicadores de la informaciA?n y nos ayuden a preservar la faunaa�?, manifiesta Yanguez.

Correa explica que en lo que va de 2016 han rescatado y recibido 85 animales, en su mayorA�a perezosos, bA?hos, hormigueros y cocodrilos.

a�?Nosotros trabajamos los casos mA?s difA�ciles. Cuando hay un animal silvestre con un ala rota, enfermo o huA�rfano, nosotros somos los que respondemosa�?, seA�ala Correa. a�?Cada aA�o el nA?mero que recibimos es entre 150 a 230 animales. Ahora estamos casi colapsados, tenemos alrededor de 47, pero con el proyecto de expansiA?n vamos a poder tener capacidad para mA?s. La mayorA�a de los animales los reubicamos en sus hA?bitats en tiempos cortos de 48 a 72 horas. La complicaciA?n surge cuando son bebA�s, porque necesitan constante atenciA?na�?, agrega.

a�?Disponer de la villa que nos facilita el hotel, que es nuestro patrocinador, es muy conveniente, porque vivimos en el segundo piso y el primero es de solo animales, con recintos. Estamos construyendo jaulas para albergar mA?s animales, pero la idea es que tengan un destino finala�?, que en el mejor de los casos serA�a en la naturaleza.

El Centro de Vida Silvestre, donde se realizan giras para visitantes y estudiantes de miA�rcoles a domingo, tambiA�n tiene una clA�nica veterinaria. a�?Cuando el animal llega trato de trabajarlo aquA� por temas de contaminaciA?n, lo reviso, le doy los primeros auxilios, y en el evento que requiera veterinaria, que es casi el 60%, buscamos ayuda profesionala�?, indica NA�stor. No obstante, siempre tratan de tener practicantes de veterinaria y biologA�a para tratar los casos mA?s sencillos.

A?ngel, el perezoso de tres dedos, es uno de los cuatro embajadores que en la actualidad tiene el centro.
A?ngel, el perezoso de tres dedos, es uno de los cuatro embajadores que en la actualidad tiene el centro.

Programa de embajadores

Los animales que llegan a APPC son rehabilitados para luego ser devueltos a su hA?bitat. No obstante, hay veces que no se logra y se deben buscar soluciones, en especial si el animal ha sido domesticado o si llega muy pequeA�o al centro, ya que no sabe cA?mo desenvolverse en su ambiente cuando es llevado de vuelta.

a�?Cuando un mamA�fero llega de bebA�, el animal no se puede reubicar en el bosque porque serA�a una muerte segura, y tenemos que buscarle una opciA?n, como un parque zoolA?gico. Esto representa un nA?mero bajo al aA�o (pueden ser 8 a 9 que no se pueden reubicar), pero son los que mA?s trabajo representan, porque hay que dedicarles mucho tiempoa�?.

Establecer el centro en 2014 les ha permitido poder quedarse con algunos animales. a�?Hay casos como el de los perezosos Coquito y A?ngel, que hemos tratado de reubicar pero debemos rescatarlos de nuevo porque no se van. Si eso ocurrA�a antes, los enviA?bamos a otro lugar, pero como tenemos el centro, hemos empezado a hacer un Programa de embajadores, por consejo del zoolA?gico Busch Gardens Tampa Baya�?, destaca NA�stor Correa.

La mecA?nica del programa es utilizar a los animales embajadores en las visitas para que las personas los conozcan de cerca. En la actualidad el centro tiene cuatro embajadores: El puerco espA�n Pino, el hormiguero Yordi, Coquito, el perezoso de dos dedos, y A?ngel, el perezoso de tres dedos.

 

Yordi, el oso hormiguero, es otro de los animales embajadores.
Yordi, el oso hormiguero, es otro de los animales embajadores.

Peligros que enfrentan los animales

 

El hombre muchas veces es el causante de las heridas de los animales rescatados o de las muertes de sus madres, a travA�s de la quema de bosques y la caza indiscriminada, como en el caso de los jaguares, para evitar que se coman el ganado; de los tapires, por su carne; o de los animales exA?ticos, que se venden en el mercado negro.

a�?La A�poca donde hay mA?s rescates es de diciembre a abril por la sequA�a, debido a A�que los incendios forestales son lo que mA?s incrementan el rescate de fauna, ya que si el animal no se quema, sale huyendo, se queda sin casa, se desorienta y queda metido en algA?n lugar y hay que rescatarloa�?, recalca NA�stor Correa.

a�?Los rescates tambiA�n se dan cuando empiezan las lluvias y sopla mucho viento, debido a que las ramas secas se llenan de agua y se quiebran, cayA�ndose los animales, los cuales se fracturan y se golpean. TambiA�n las ventolinas tumban los nidos, las aves y bA?hos; la gente los recoge pero no pueden volverlos a ubicar en el nido, asA� que nos lo traena�?, cuenta.

Tarea de todos

Cuidar la biodiversidad es asunto de todos, no solo de las fundaciones que se dedican a ello. Aunque en PanamA? hay leyes que protegen la fauna, aumenta el peligro para las especies por la acciA?n humana.

a�?Lo primero es dejar de prenderle fuego al bosque. Los bomberos reportaron que el 90% de los incendios forestales este aA�o fueron provocados. Otra cosa es reducir la velocidad al manejar en la zona de bosque para evitar atropellar a los animalesa�?, sugiere NA�stor Correa, indicando que en la pA?gina web de la APPC A�(http://www.appcpanama.org/) aparece la metodologA�a de cA?mo ayudar a cruzar la calle a un perezoso.

La educaciA?n es otro punto fundamental. a�?Tratar de educar a los hijos para que tomen conciencia de la importancia de la fauna, y evitar asA� que le tiren piedras a los animales, les disparen balines; que el niA�o entienda cuA?les son las consecuencias porque A�l no sabe, y la culpa la tenemos los adultos que no se lo explicamos. Por eso, el centro cumple una funciA?n educativa. AquA�, le hablamos a las personas y les explicamos la importancia de la fauna y el medio ambientea�?.

Correa pide que no compren mascotas ilegales. a�?Cuando compran un mono, el cazador va y mata a la mamA? para robarle el cachorro, no le pide permiso, A?y luego te lo vende! En el caso de las guacamayas, tumban los A?rboles y bajan el nido; y en el de los perezosos, bajan a la hembra le quitan el bebA�, a veces se las comen o las matan. Si el niA�o quiere una mascota, cA?mprenle un perro, un gato, un animal domA�sticoa�?.

La APPC recibe entre 150 y 230 animales al aA�o.
La APPC recibe entre 150 y 230 animales al aA�o.

Considera que las autoridades tambiA�n podrA�an comprometerse mA?s para evitar la importaciA?n de especies exA?ticas. a�?AsA� como los australianos no quieren que sus pericos terminen en tiendas de mascotas en PanamA?, A�tampoco nosotros queremos que nuestros perezosos sean vendidos como mascotas allA?. Y ya los estA?n vendiendo en Florida, donde hay una tienda que comercia bebA�s de perezosos. CA?mo los obtienen, no sabemos, pero te puedo asegurar que criar y reproducir perezosos en cautiverio es muy difA�cil. Busch Garden llevaba ocho aA�os tratando de reproducir una pareja de perezosos de dos dedos, y hace solo dos meses lo lograrona�?, resalta el especialista en GestiA?n Ambiental.

Por A?ltimo, la colaboraciA?n de la gente es vital. a�?Se necesita que la gente apoye, participe y respete las leyes a favor de los animales. TambiA�n es fundamental que la gente estA� atenta y reporte los casos de animales en peligro. Lo mA?s importante es que la poblaciA?n tome conciencia. Si tiene un animal, llA�velo voluntariamente al Ministerio de Ambiente, ya que cuando se humanizan es mA?s difA�cil regresarlos a su hA?bitat y los pocos zoolA?gicos que existen no tienen las condiciones adecuadas por temas presupuestarios, o no tienen la capacidad y el espacioa�?.

a�?Debemos tomar conciencia de la problemA?tica que estamos enfrentando sobre la reducciA?n de A?reas boscosas y vida silvestre, porque el impacto que va a haber de la extinciA?n de las especies nos va a salir caro y no hay vuelta atrA?s. Cada animal que estA? allA� cumple una funciA?n, desde la abeja hasta la garrapata, que nos beneficia a nosotros en oxA�geno, comida, medicina y agua, vitales para el ser humano y, sin eso, desapareceremos tambiA�n nosotrosa�?, reflexiona Correa.