Los recolectores de café solo cosechan la cereza roja, directamente del árbol. Finca La Luisa en Belén de Umbría.
En época de cosecha, un recolector eficiente puede recoger hasta 150 kilos de café por jornada.
En el proceso de beneficio, el grano se lava y se pela y luego se pasa por unas máquinas especiales que le quitan la cáscara y la baba.
El proceso de secado del café se puede hacer en máquinas de silo o al aire libre.
Los sacos de café seco son llevados a una central de compra donde se hace la compra y venta del café. La Federación Nacional de Cafeteros coloca el precio mínimo de compra y venta.
El café de montaña Colombia, es de la categoría de los cafés arábicos conocida como suaves colombianos. Es considerado el mejor café suave del mundo.
Al tomar una taza de cafA� colombiano, el mejor cafA� suave del mundo, segA?n la FederaciA?n Nacional de Cafeteros de Colombia, uno no se imagina el laborioso proceso que hay detrA?s: desde la siembra del grano hasta la cosecha de la cereza estA? regido por los mA?s altos A�ndices de calidad, que sonA�referencia para los procesos relacionados al cultivo del grano, a nivel mundial.
Pero no solo se trata de un simple proceso de siembra y cosecha. Cada taza de cafA� es sinA?nimo de progreso y desarrollo y materializa toda unaA�cultura que se teje alrededor del grano, la cual se puede percibir en los rostros orgullosos de los caficultores del paA�s sudamericano, quienes ademA?s de su sustento, encuentran un estilo de vida y una tradiciA?n en el cafA�.A� “El arraigo, la querencia, la idiosincracia y el sentir de nuestros caficultores es algo A?nico”, dice el ingeniero Luis Miguel RamA�rez, quien representa a 2250 caficultores del municipio de BelA�n de UmbrA�a (el 5A� productor mA?s grande del paA�s y el 3A� mA?s tecnificado).
A partir del cultivo del cafA� y de su comercializaciA?n, se han forjado tradiciones y manifestaciones artA�sticas que son orgullo regional y nacional. “Nuestra arquitectura tA�pica muy colorida, nuestras fiestas y ferias de los municipios, asA� como nuestra gastronomA�a local yA�artesanA�as, son caracterA�sticas propias que identifican nuestro paisaje cafetero”, afirma RamA�rez.
El proceso histA?rico de cultivo, asA� como el manejo y consumo del cafA� ha generado un capital social reconocido en el mundo entero. No es casualidad que la UNESCO reconociA? como Patrimonio Mundial en 2011 al Paisaje Cultural CafeteroA�de Colombia, debido a su producciA?n de un cafA� de calidad, gracias al esfuerzo familiar de varias generaciones, ademA?s de la cultura cafetera, la construcciA?n de un capital social estratA�gico y la conservaciA?n y equilibrio entre tradiciA?n y tecnologA�a para garantizar la calidad y sostenibilidad de los cultivos.
El Paisaje estA? conformado en su zona principal por 47 municipios y 411 veredas, y en su A?rea de amortiguamiento, por 4 municipios y 447 veredas de los departamentos de Caldas, QuindA�o, Risaralda y valle del Cauca, ubicados en las ramificaciones Central y Occidental de la cordillera de los Andes.
Junto a la FederaciA?n Nacional de CafeterosA�de Colombia, la ONG mA?s grande del mundo que representa a mA?s de 560 mil familias dedicadas a la producciA?n cafetera, visitamos el departamento de Risaralda, ubicado en la zona cafetera central de Colombia, en el conocido “triA?ngulo de oro”, el cual se caracteriza por ser una regiA?n diversa en paisajes, unidades de suelo y asociatividad alrededor de los cafA�s de alta calidad.
En el departamento, 10 de los 14 municipios hacen parte de la declaratoria de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, donde uno de los valores excepcionales es el esfuerzo humano familiar, que ha pasado de generaciA?n en generaciA?n, para producir un cafA� de excelente calidad.
Una de las fortalezas mA?s grandes del departamento es la diversidad de perfiles en una regiA?n tan concentrada, pero con una ubicaciA?n estratA�gica que permite atender con facilidad a los clientes interesados en cafA�s especiales.
“AquA� en Risaralda no cultivamos solo cafA�, sino tambiA�n trabajo y paz… AquA� no vendemos el fruto de nuestros A?rboles, sino que vendemos el fruto de nuestros sueA�os”, dice el representante al comitA� directivo y nacional de FederacafA� por Risaralda, Alejandro Corrales Escobar,A�explicando que la FederaciA?n tiene el compromiso de garantizar la compra del cafA� a los caficultores colombianos, por lo cual “es rentable” estar en ese negocio.
Y es que, segA?n comenta Corrales, parte del compromiso del caficultor colombiano es que precisamente su trabajo es bien remunerado. En A�poca de cosecha, como la que vivimos ahora, un recolector eficiente puede ganar hasta dos mil dA?lares al mes…AcA? se vive bien”.
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