Cortos adelante, largos atrA?s. Una manga sA�, una no. Sacos cortos del lado izquierdo y largos del derecho.
Los diseA�adores, nacionales y extranjeros, navegaron en la pasarela de Mercedes-Benz Fashion Week PanamA? en un mundo asimA�trico que parece exclamar y reforzar que ninguna mujer es igual a otra y que la moda no busca figuras perfectas, sino abundantes diferencias, como la naturaleza.
Como una flor
Justo en la naturaleza se inspiraron mucho los diseA�adores locales. El primer dA�a de la semana de la moda panameA�a arrancA? con la colecciA?n Bloom de Lidia Minota, con detalles de pequeA�as flores en pedrerA�a, con piezas de blusas, trajes y faldas anudadas al frente, marcando la cintura ascendente. AdemA?s de volados y blusas dando sensaciA?n de holgadez.
Mientras la pasarela de Anna Francesca Blasser, que iniciA? el bloque VIP, mostrA? a un personaje estilo emperador floral lanzando pA�talos rojos sobre la pasarela con cierto dejo y agresividad. Los pA�talos estuvieron hasta en los panties de las modelos y la inspiraciA?n floral se tomA? esta colecciA?n rosada y dorada, con piezas cubiertas totalmente por telas trabajadas como cientos de rosas.
Mirando al pasado
Los invitados extranjeros del primero dA�a, hicieron un viaje al pasado. La pasarela de Fabrizio Celleri en sus mangas voluminosas, sus leggins con transparencias y lentejuelas recordA? los aA�os 1980 pero con una aire futurista de tonos metA?licos.
Poco despuA�s la pureza de las lA�neas de la venezolana radicada en Nueva York, Constanza Oquendo, recordA? con sutileza los 1970, pero con una paleta de colores refrescante, que aunque tenues se mezclaban con la fuerza del verde lima.
Las tendencias
Las transparencias y las tonalidades que oscilaban entre los rosas y el naranja atardecer, como en Tony Vergara, mostraron un aura romA?ntico y una mujer libre de estridencias.
Las hombreras se asomaron aquA� y allA?, pero fueron las transparencias y la asimetrA�a las que estA?n marcando esta semana de la moda panameA�a.
Algo de EspaA�a
El cierre de la noche fue la pasarela de la diseA�adora espaA�ola Isabel SanchA�s, quien comenzA? su oficio en su casa en Valencia, EspaA�a, y ha visto expandirse su marca a ParA�s y Nueva York, y ahora trabaja de la mano con su hija.
Su pasarela era como un juego de fantasA�a, creando texturas que parecA�an tratar la tela como si fuera papel, con aplicaciones en cristales que formaban payasos y unicornios, y juegos con piezas que parecA�an casi de capas reales. Su desfile comenzA? todo negro e hizo un viaje por otros tonos tenues hasta terminar a la pureza del blanco.
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